Los planes urbanísticos vigentes, en general no toman en cuenta el transporte público y tanpoco son integrados en la escala metropolitana o sea, no existen políticas consonantes respecto a uso del suelo y transporte ni también una política común entre todos las municialidades de las zonas metropolitanas.
En raros casos, las actuaciones formalmente expresas a través de los planes urbanisticos, pactua el desarrollo urbanístico y uso del suelo con las infraestrfucturas del transporte publico. Esto hace coon que el aprovechamiento del transporte público no sea notado en el desarrollo de sus entornos.
Las políticas de interes metropolitano, en general, son cuando mucho, composiciones institucionales de diversas politicas municipales y no suelen ser una política plurimunicipal adecuada a los intereses de todas las municipalidades. Son en ultima analisis políticas compensatorias hacia los municipios prejudicados por el proceso de metropolinización.
En general, los principales municipios – el núcleo de la metrópolis – tiene conciencia de su importancia en el encenario metropolitano, al mismo tiempo que asumen de forma directa o indirecta el control de ciertos servicios públicos de interes plurimunicipal, sin todavía existir una clara definición institucional de los mismos.
Una de las principales dificuldades para el desarrollo de modelos de gestión para regiones metropolitanas, reside justo en definir claramente una diferenciación de lo que es efectivamente de competencia metropolitana, y lo que es de competencia local y entonces, para su regulación como tal, la creación de marcos institucionales y regulatorios de manera conjugada que atenda a etos retos metropolitanos.
En el caso del tansporte público, en la medida que se considera metropolitano, la regulación es algo mas bien sencilla, pues tratase de un servicio que los pasivos a los municipios de la corona metropolitana, son muchas veces atenuados por la necesidad intrinseca del acto de transportar a las personas en las dos direcciones sea para ir o volver de casa al trabajo en general, sin embargo, hay que tener marcos regulatorios que no vegan a ser nocivos a los municipio menores.
En sintesis, existen dos barreras que hay que superar en lo que son las políticas públicas con respecto al mejor aprovechamento del transporte publico en el desarrollo urbano, que son políticas compatíbles entre uso de suelo con planes de transporte y gestionar y coordinar los servicios de transporte público a través de organismos supramunicipales[1]. En la misma dirección se propone la creación de marcos regulatórios para las regiones metropolitanas[2] como la manera de ecuacionar la cuestión operacional y legal del transporte público.
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